Claudia Salas

Las decisiones deben tomarse de acuerdo a las necesidades de la ciudadanía.

Debemos reconocer nuestras áreas de oportunidad para nuestro crecimiento personal y social, mismo que equipara las acciones que realizamos dentro de la agenda.

Desde que era una niña, he considerado a la honestidad y a la honradez como los valores más importantes en mi vida. Sin ellos no sería la mujer que soy hoy. Siempre he creído que para ser una buena gobernanta, buena servidora pública, buena madre, buena hija, buena hermana, todo lo que haga debe ser desde esos principios fundamentales y tan necesarios para nuestra vida diaria.

En un mundo tan polarizado es necesario tomar lo mejor de los polos y crear soluciones que involucren a todo el mundo.

La solidaridad sin duda es esencial en todos los aspectos de mi vida. El ayudar, ser justa, dar sin esperar nada a cambio, son de las acciones que más me han forjado y dado experiencias únicas para un gran crecimiento personal y evolución propia.

Somos personas que buscan hacer cambios que nos permitan
mejorar nuestro entorno.

La participación ciudadana será fundamental para sembrar las bases
que darán un enfoque de cambio y progresista.

Mi compromiso es en pro de una agenda legislativa que haga efectivo el desarrollo de las personas bajo los principios de dignidad, igualdad y no discriminación. Los grandes cambios no llegan de la noche a la mañana. Es por eso que a través de estos espacios y con el apoyo de la militancia y simpatizantes de este movimiento, podremos lograrlo.

Derechos que son universales para la humanidad y preponderando los derechos de TODAS.

Partiendo de las vulnerabilidades de las cuales históricamente, las mujeres hemos sido víctimas, se potencializará nuestra participación en la toma de decisiones y en la representación social que se necesita para su completa visibilidad. En pro de saldar la deuda histórica en temas de representación feminista en todos los espacios.

Erradicación de la violencia en todos los espacios, trabajaremos incansablemente para que la esfera privada y pública sean espacios en los cuales las mujeres gozamos de una vida libre de violencia.

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